El barrio de El Faro está situado en la zona este del municipio y tiene una población de unos 120 vecinos.
Tal y como indica Vicente Hernández Jiménez en Apuntes terorenses (1990), la denominación de este lugar es de uso relativamente reciente, no estando aún muy clara la razón y el origen de este topónimo. Caso contrario ocurre con otros lugares cercanos como el Espartero, el Laurelar o la Caldera de Pino Santo, denominaciones que se remontan al siglo XVI, pues ya aparecen citados en las Ordenanzas del Concejo de Gran Canaria del año 1531; concretamente en el capítulo donde se establece el itinerario que debían seguir las piaras de cerdos – o puercos – por los distintos caminos de la isla: “a dar a las tierras del Espartero, a dar a la Caldera, a dar al Laureal y a las tierras de Porras que son en Terore y por encima de las dichas tierras a dar al parral de Juan de Troya e al Barranco del Agua a dar a la Huerta de Nuestra Señora y el camino adelante a los sylos de Terore”.
Sin duda, uno de los principales atractivos de este caserío es su abundancia en bienes etnográficos tales como bancales, alpendres, eras, fuentes, acequias, cantoneras, estanques, etcétera; muchos de los cuales se encuentran en desuso debido al progresivo abandono del sector primario iniciado en la década de los sesenta del siglo XX.