Pregón Fiesta de Lo Blanco 2007
Por Dña. Macarena Sánchez Lorenzo
Concejal del Ayuntamiento de Teror
Leído el 10 de agosto de 2007

Muy buenas noches a todos y todas, vecinos, amigos y compañeros de Corporación y también a aquellos que les hubiese gustado estar aquí y no han podido.

Antes de comenzar este pregón me gustaría agradecer a la Junta Directiva de esta Asociación por haberme elegido como pregonera de esta festividad en honor a San Antonio Mª Claret en este año 2007.

He de reconocer que mi primera reacción a su ofrecimiento fue decirles que por qué no buscaban a otra persona, ya que hay mucha gente en el barrio merecedora de tal honor. Pero ante su insistencia sentí una enorme alegría e ilusión, ya que hay muchas cosas que me unen a este barrio desde que llegué a vivir aquí hace ya 7 años.

Lo primero que pensé fue en la gran responsabilidad de hacer el pregón de éste, mi barrio de Lo Blanco, y sobre todo, qué decir cuando ya han sido muchos los pregoneros que han anunciando con muy buenas palabras unas fiestas llenas de encanto para los vecinos y también para muchos foráneos que se acercan en estos días a disfrutar de los actos y encuentros festivos.

Mi primer acercamiento a este Asociación de Vecinos fue cuando por medio de una vecina empecé a asistir a las clases de pintura que se impartían de la Universidad Popular de Teror. Así comencé a integrarme en el barrio y a conocer poco a poco a cada uno de los vecinos y vecinas y también la historia de este lugar.

Lo Blanco es un barrio que durante estos años ha cambiado su aspecto; se ha ido incrementando su población con gente llegada de fuera; con nuevas viviendas; con la renovación de sus infraestructuras; con el asfaltado de las calles y con la pronta terminación de la esperada cancha deportiva.

Lo Blanco es un lugar que comparte la tranquilidad rural de Teror con la cercanía a la gran ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Pero sobre todo lo que me gustaría destacar de este barrio es su gente, el cariño y el afecto que me han demostrado.

Me gustaría destacar a las que yo llamo mis mujeres de Lo Blanco las que me han dado mucho cariño y afecto. También a mi amigo Felipe gran artesano, con su forma tan especial de saludar, primero te da un tortazo en la espalda y después te echa la tremenda bronca; a Francisco, que cada vez que me vé me dice que cuándo voy a hacer la compra, que siempre sobre todo en época de fiestas comemos gratis en la Asociación; a Paco el del Bar El Cruce, que tiene siempre una amable sonrisa y unas riquísimas truchas de batata que me regala cada vez que voy a comprar bocatas; a Fino, que nos alegra la vida en el barrio saludando a todo el que pasa por la carretera; y al resto de mis vecinos que me han hecho sentir como si hubiese nacido y crecido en este barrio.

Pero éste es un momento de fiesta, en el que se ve la solidaridad y la colaboración de los vecinos, el arraigo a las tradiciones y al propio lugar donde se habita, donde podemos ver el esfuerzo y la ilusión que ponen muchas personas para que cada año podamos disfrutar de unos días de alegría y concordia, en la que compartimos no sólo la diversión y la juerga, sino también muchos ratos de intercambio de opiniones y pareceres, donde Cristina, Meli, Estephania y Rosalia le dedican su tiempo libre a preparar a los niños y niñas para la Scala en hi-fi y la elección de la reina y el mister de las fiestas, Cari y Leny que desde un mes antes andan pidiéndole a todo el que se encuentran regalos para que el bingo de la suerte no tenga muchos gastos, a Tele, Pino y Aguedita que andan por el barrio pidiendo casa por casa para recaudar dinero, a Inma y Josefa con esas comidas que preparan para todos los días que duran las fiestas, como desde un día antes se prepara el sancocho, liderado por las mujeres, pelando papas, poniendo a punto la ensalada y el pescado para que al día siguiente esté todo buenísimo y a los hombres le dejamos la Feria de Ganado, una de las más participativas de la isla y como no, la Romería donde se unen los vecinos de San José del Alamo, Las Labradoras, Mujica, Miraflor, El Paso y gente que viene de otros barrios, para terminar con la misa y procesión donde ahí se vuelca Mª Cruz para que todo esté perfecto.

Es importante que en la fiesta se impliquen los adultos, pero casi más importante es que lo hagan los jóvenes, porque ellos son el futuro y los que tomarán el relevo de los mayores.

La fiesta es un buen punto de arranque para la participación, que se prolonga a lo largo del año con muy diversas actividades de diversión y formación, o colaborando con la Asociación de Vecinos, ya que las futuras generaciones son el motor para que no se pierdan las tradiciones y el buen hacer de muchos años.

El barrio se convierte en lugar de encuentro para amigos y familiares que vienen de visita para pasar estos días. También es el momento de evocar el recuerdo en honor a San Antonio Mª Claret, del que me gustaría destacar su amor apasionado por la palabra de Dios. Fue un hombre que dedicó parte de su vida a fundar en todas las parroquias en las que estuvo instituciones sociales para niños y mayores, gastó 15 meses de su vida en las Islas Canarias, donde le llamaban cariñosamente “El Padrito”, y llegó a decir: “estos canarios me tienen robado el corazón”.

Estas fiestas deben ser fechas de alegría y diversión entre los vecinos y seres queridos; un momento en el que podamos trasmitir el respeto a los demás y también al medio que nos rodea. Brindemos un año más por estar aquí todos juntos para iniciar las fiestas de Lo Blanco. Que no falte la felicidad en todas las casas y calles del barrio. Es lo que deseo de todo corazón a todos los de aquí y a los que se unan, que disfruten de estos días.