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Pregón Fiestas El Pino 2006

Pregón Fiesta del Barrio del Pino 2006
Por Dña. Carmen Delia Ortega Domínguez
Concejala de Cultura y Patrimonio Histórico del Ayto. de Teror

 

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Sr Presidente de esta Asociación, componentes de su Junta Directiva, vecinos, vecinas de este barrio, amigos y amigas, corporación Municipal……, Buenas noches y sean bienvenidos a la lectura del Pregón de las Fiestas de San Cayetano 2006.

Las fiestas siempre son un momento muy especial, algo que esperamos con anhelo, y como pueden suponer para mí este año lo es doblemente, por un lado por la fiesta y por el otro porque me estreno como pregonera, y por supuesto en el mejor sitio “mi barrio”.

No es tarea fácil la de pregonar una fiesta, sobre todo cuando han habido tantos pregones antes que el mío, y tan buenos pregoneros y pregoneras.

Pero les confieso que la tarea me ha emocionado, he aprendido mucho sobre el barrio, sobre su gente, he tenido la oportunidad de compartir, de revivir muchos momentos que forman parte de nuestra historia, y me he apoyado en vecinos que en su momento hicieron de lo imposible, una realidad, todos ellos me han ayudado a la hora de realizar este pregón, a todos mi más sincero agradecimiento. En particular a Gustavo Suárez, Fernando Ortega, Sari, Juanillo, Alonso, Carmelo Salazar, Juanito Alfonso, Moisés, Mary, catequista de la ermita de San Cayetano, Blanquita, Nicolás Monche.

También les confieso que cuando el Presidente me lo propuso, me quedé hasta colorada, pues no esperaba semejante ofrecimiento, aquel día no paré de darle vueltas a la cabeza para ver que les podía decir yo que no estuviera dicho anteriormente. Por lo tanto espero no aburrirles demasiado, y que sepan perdonar los errores de una primeriza, de lo que no cabe ninguna duda es que he puesto en estas líneas todo mi cariño y mi afecto hacia este barrio y sus gentes, antes de continuar quiero agradecer a esta Junta Directiva que haya tenido este gesto conmigo, les puedo asegurar que es todo un orgullo aunque también es una gran responsabilidad, espero no decepcionarles.
La toponimia es uno de los tesoros que posee un pueblo , aunque es triste pensar que el llamado desarrollo ha ido acabando con muchos de ellos.

Antes que nada me gustaría explicar que los Topónimos son los nombres con que se conocen desde antaño los lugares, caminos, barrancos, acequias, etc. El origen es muy sencillo, surgen de referencias locales que acepta la gente de un lugar, y que puede tener su procedencia en la forma del terreno, en una planta, un animal, una construcción, etc.

Voy a hacer una pequeña relación de algunos de los topónimos del barrio.
El Rincón, rincón de arriba, rincón de abajo, el lomo Vivas, vecindad de arriba y de abajo, finca la escuela, barrio del Pino, casa Honda.

D. Vicente Hernández en su libro “La obra de Vicente Hernández (Homenaje al cronista de la Villa de Teror)” nos dice que un rincón es un lugar apartado, como escondido de un caserío principal, esto es lo que parece significar el topónimo el Rincón.

Este caserío se formó en un lugar arrinconado del casco de la Villa, por el norte del Valle, en unas laderas y al pie de un lomo. Era una arquitectura popular, de casas de labranza, hoy casi se ha borrado la fisonomía del caserío terorense y se puede escribir de un rincón en el recuerdo y otro en el presente, donde se han afincado nuevas construcciones y se ha perdido el encanto de entonces.
La nominación Lomo Vivas es quizá la más antigua y pudiera tener su origen en una escritura del 30 de Septiembre de 1525 donde D. Diego Fernández vende a D. Alonso Vivas (prior de la Catedral de Canarias), un pedazo de tierra en Teror. Por lo tanto el topónimo Lomo Vivas posiblemente se deba al terreno comprado. Este Topónimo actualmente ha desaparecido, si bien una de las calles del Rincón posee tal nominación.

Vecindad de Arriba y la de Abajo, es como una isla en medio del Barrio, esta denominación es significativa del hecho humano de personas que viven en casas inmediatas. En esta Vecindad vivió Rafael Navarro y a las mujeres de su familia la llamaban las bizcocheras. Otro vecino era Antonio Valencia que tenía mulos y llevaba cargas de los comercios de Teror a los pueblos de la cumbre.

El Rincón de Arriba y el Rincón de Abajo están separados por la acequia de Los Llanos. La conocida como Finca de la Escuela, otro topónimo que debe su nombre a que formó parte de la dotación para la Fundación de la primera escuela de primeras letras para niños, hecha por el presbítero don Domingo Navarro del Castillo el 6 de mayo de 1790. Fundación que el citado don Domingo llevó a cabo ante la “ grave falta que ha habido en este pueblo de un maestro de primeras letras para la instrucción de la juventud, a que siempre ha tenido inclinación este vecindario” tal y como señala Vicente Suárez Grimón en su obra “La Escuela de Patronato de Teror 1790-1936”.
En el censo de 1916 desaparece la distinción entre Rincón de Arriba y de Abajo.
Hacia 1920 aparece el topónimo Barrio del Pino con la apertura de la carretera Teror-Arucas.
Sobre esta vía de comunicación dijo lo siguiente el distinguido escritor y periodista Francisco González Díaz en su libro Teror (1918) “La nueva carretera que ha de comunicar estos dos pueblos y estrechar sus relaciones, será acaso la más hermosa de la isla. Desde ella se descubren panoramas que son encanto de los ojos. Deja atrás el puente de Teror tendido sobre un barranco sumamente pintoresco (…..) el Pino archi-centenario y colosal que lo sombrea, maravilla de la vegetación; el pequeño ensanche del poblado que avanza hacia el amplio camino con su serie de modestas, pero alegres y lindas construcciones”. Por este paseo que lleva el nombre en honor a este defensor de los árboles, también hemos recibido a Nuestra Señora del Pino en el año 2000 con motivo de su última bajada, y de su paso por la ciudad de Arucas.

Otro sector importante del barrio era la casa Honda, o más propiamente la “casa jonda” llamada así porque sirvió como depósito de materiales para la construcción de la Basílica del Pino de 1760-1767. También sirvió como Cuartel de la Guardia Civil, hoy el lugar tiene la nominación de calle de San Cayetano por una residencia y capilla que en la década de los años treinta construyeron las religiosas catequistas.

Hasta aquí hemos visto algunos retazos de nuestra Historia más antigua, permítanme ahora traer al recuerdo algunos momentos de nuestra Historia más reciente como fue la llegada a nuestro barrio de la veneración a San Cayetano, y la construcción de nuestra entrañable Asociación de Vecinos.
La devoción a nuestro santo llegó al Barrio de la mano de una catequista llamada Elvira. Elvira era de Buenos Aires, lugar de donde vino destinada y donde se venera de forma especial a San Cayetano. Esta señora tiene una historia muy curiosa puesto que estaba casada y sin hijos, pero tanto ella como su marido sentían la inclinación de dedicarse a Dios. Así fue como su propio marido la llevó al noviciado y él mismo se fue de Fraile a la Congregación de San Cayetano. Pero hasta que ella no hizo los votos, él tampoco hizo los suyos.
Este señor tenía unas magníficas cualidades para pintar, y él mismo hizo el cuadro que está en la Ermita, un cuadro bellísimo donde el niño Jesús parece que está hablando con Cayetano.
Se dice que ésta religiosa, iba diariamente a recoger agua al Chorro del Borbullón, y cuando la gente la veía pasar hacían comentarios tales como: “ las princesas también tienen que ir por agua”.

Por lo que se refiere a los orígenes de nuestra Asociación de Vecinos, durante la época de la transición (finales de los años 70) surge un grupo de jóvenes inquietos por trabajar por el pueblo, por sus problemas y por ayudar a las personas a tener unas mejores condiciones de vida. Por lo tanto, antes de que se aprobara la constitución ya se empezaba a oír eso de Movimiento Vecinal. Tengan en cuenta que por esta época no se podía ir al Ayuntamiento de uno en uno para arreglar un problema, había que unirse, para tener una fuerza y una voz mayor para ser escuchados.

Cuando por fin llega la democracia ya estos grupos salen a la luz y se plantean asociarse para tener una mayor fuerza reivindicativa.
La primera Asociación que se crea es la de Lo Blanco y a esta le sigue la del Barrio del Pino y poco a poco se fueron creando en los demás barrios.
A partir de aquí empiezan a ser más protagonistas los vecinos y de ahí surge la tan acertada idea de llevar en las listas electorales un representante de cada barrio.
En nuestro Barrio comienzan las primeras reuniones sentados en bloques y alumbrándose con velas, en lo alto de la tienda de Antonio Campos y Esther cuando todavía era un proyecto de casa, luego vendría la tienda y más adelante por fin su casa.
Éstos se reúnen para tratar las necesidades y carencias de nuestro barrio, sobre todo de infraestructuras, alcantarillado, alumbrado, trazado y asfaltado de calles y servicios en general, de los que antes no se disponían.
Poco a poco estas asociaciones van cogiendo fuerza y ya no solo se unen para revindicar problemas sino para comunicarse entre los vecinos, compartir, y no solo los mayores sino también los niños.
Gracias a esto surge la idea de organizar las primeras fiestas de San Cayetano.
Quiero destacar que no todo fue un camino de rosas, al principio de todo este movimiento la gente desconfiaba, pensaban que estaban locos, incluso que se iban a quedar con el dinero de los demás, y lo que verdaderamente unió a los vecinos fueron las fiestas organizadas a nuestro patrono.

Eran unas fiestas totalmente distintas a las que conocemos hoy, no habían medios materiales, todo se hacía con mucha voluntad, con ganas de pasarlo bien, eran más participativas, los vecinos eran los que hacían las fiestas y cada uno aportaba su granito de arena. ¿Quien no recuerda aquellas exposiciones de comida, donde cada cual se esmeraba por hacer algo original y donde alguno se pegó más de un atracón?. Las misas en honor a nuestro Santo, y en recuerdo a los difuntos del Barrio, Campeonatos de fútbol, torneos de envite, semanas culturales, así como verbenas y fuegos artificiales.

Lo que empezó siendo una pequeña reunión de vecinos fue convirtiéndose en un proyecto ambicioso, los vecinos ven la necesidad de tener un local donde reunirse.
Pero no había dinero para fabricar y mucho menos para comprar. Entonces se pensó en un solar empleado años atrás como era, donde trillaba Nicolasito Sánchez, también fue tierra de cultivo y lugar donde los niños llegaron a pasar grandes ratos jugando. Esta finca de la que hablamos era propiedad de la Iglesia. Se habló con D. Isidoro (que era el párroco del momento) que hizo de mediador entre el Obispado y la Directiva, al final se consiguió lo que parecía imposible, tener un suelo para comenzar a soñar. Después llegarían las penurias para conseguir los materiales para construir y los sábados y domingos de trabajo de muchos vecinos y vecinas.
Fueron muchos y muchas los que trabajaron para conseguir lo que ahora a todos nos parece tan normal, a ellos debemos dar las gracias, porque seguramente sin su lucha, hoy no tendríamos el local que tenemos.
Como ya dije anteriormente antes de tener el Local ya se celebraban las fiestas en honor a San Cayetano.
Pero no existía ninguna escultura con nuestro querido Santo.
Según he podido indagar, en un principio parece que cuatro personas del Barrio quisieron aportar el dinero para comprarlo, pero algunos vecinos se opusieron alegando que de esa manera el Santo nunca sería de la gente del Barrio, sino de unos pocos. Al final y con buen criterio, se decidió ir pidiendo casa por casa, y vecino por vecino, y que cada uno aportara lo que buenamente podía. Como esto no fue suficiente pusieron una lata con un pequeña abertura a modo de hucha, en la Asociación, en la que los vecinos podían seguir aportando. Cuando hubo dinero suficiente se mandó a pedir a la Península ( desconozco el lugar de procedencia, unos dicen que a Sevilla y otros que a Barcelona).Así fue como nuestro Santo llegó a casa y fue bendecido por D. Nicolás Monche. Había sido comprado, en principio, para ponerlo en la Ermita, pero como ésta se abría muy poco, se decidió hacerle la hornacina en la que está ubicado hasta el momento en nuestro Local Social.
A pesar de que yo no nací en este Barrio, se podría decir que me crié aquí.

Y digo esto porque la primera vez que visité este Barrio podría tener 8 o 10 años y fue con motivo de las fiestas, con mi abuela y mi madre (quiero tener un recuerdo muy especial para las dos, aunque hoy no estén presentes, sé que me están apoyando desde cualquier sitio que estén).

Vine a ver una escala-en-hi-fi, en aquella época era algo novedoso donde los chiquillos ocupaban su tiempo libre yendo a ensayar la mayor parte del verano, cada uno se metía en el papel del artista al que imitaba, también recuerdo aquellas verbenas en la calle Pura Bascarán Reina que se cortaba al tráfico y donde los vecinos traían distintas comidas: como huevos duros, papas arrugadas, carne cochino. Lo pasábamos en grande.
Teror siempre era un fiesta en verano y en especial me gustaban las del Barrio del Pino, las del Palmar y las del Hoyo. Cuando terminaba una empezaba la siguiente, con lo cual era un mes seguido de Barrio en Barrio para luego culminar con las Fiestas del Pino. Los veranos eran muy divertidos y nunca quería que empezaran nuevamente las clases, era marcharme de Teror para meterme en la capital y siempre iba llorando.
Más adelante empecé a echar raíces con un novio que era del Barrio, y ya no solo venía para las fiestas, sino cada fin de semana, para posteriormente quedarme a vivir aquí y tener a mis dos hijos.
Yo creo que uno no es de donde nace sino de donde se cría y echa sus raíces, y yo hace tiempo que las eché aquí.
Luego llegaron otros momentos, para mi también muy bonitos, como fueron los años en que estuve en la junta directiva de esta asociación de vecinos. Los recuerdo de forma muy intensa, con mucha ilusión, con unas ganas increíbles de trabajar y de hacer cosas importantes por nuestros vecinos y por nuestro barrio. Había mucha unión y lo pasábamos tan bien que no podíamos dejar de venir, siempre buscábamos cosas que hacer.
Sinceramente creo que el trabajo de una junta directiva sólo lo conocen quienes hayan pasado por ella, y desde aquí quiero agradecer a todas esas personas que a lo largo de los años han ayudado de muy diversas formas, organizando verbenas, en la construcción del local, ayudando en su repintado, haciendo obras, ensayando a los niños etc. etc. La lista sería interminable. Quiero tener un recuerdo para todos ellos y por supuesto para los que desgraciadamente ya no están con nosotros.
Cuando hablamos de fiestas, seguramente sólo pensamos en los distintos actos que se organizan, pero pocos vemos que detrás de un programa de fiestas hay muchas horas de trabajo de muchas personas que intentan que las fiestas sean del agrado de todos.
Por eso es por lo que quiero felicitar a esta junta directiva y hacerlo extensiva a todas las anteriores, por dedicar su escaso tiempo libre, su trabajo y su cariño para que todos los vecinos podamos salir de la rutina diaria y celebrar las fiestas de nuestro patrón “San Cayetano”.
Felices Fiestas y viva S. Cayetano.

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