La Asociación de Mujeres Administradoras del Hogar homenajeará el próximo sábado 12 de abril a la terorense Luz Marina Santana Yánez, en un acto que tendrá lugar en  el Gabinete Literario, en Las Palmas de Gran Canaria, a partir de las 19:00 horas, y en el que además será reconocida la labor de varias mujeres de distintos municipios de la isla con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora y considerando que el trabajo de la mujer dentro del hogar no está reconocido. 

El Ayuntamiento de Teror ha propuesto a la Asociación de Administradoras del Hogar el reconocimiento de Luz Marina, de 66 años de edad, por reflejar a un colectivo de mujeres, trabajadoras y amas de casa, que al mismo tiempo se ha hecho cargo de los mayores de su familia, haciéndoles la vida más llevadera.

El acto de entrega de reconocimientos de la Asociación de mujeres administradoras del hogar se viene realizando desde 2005 de manera itinerante en los distintos municipios de la isla. El Ayuntamiento de Teror, a través de la Concejalía del Mayor colaborará en el evento que congregará el 12 de abril a familiares, amigos y vecinos de las homenajeada en la capital grancanaria.

LUZ MARINA SANTANA YÁNEZ
Una mujer que ha cuidado de su familia y de sus mayores

Luz Marina Santana Yánez conoce bien el mundo de la dependencia y el cuidado de las personas mayores. Durante casi toda su vida, ha sido el bastón y los ojos de varios familiares ancianos a los que les hizo la vida más llevadera con sus esmerados cuidados y atenciones, al mismo tiempo que ejercía como madre de cuatro hijos y realizaba labores de costura. Su carácter afable y optimista, le ha permitido afrontar la vida con ilusión y un constante deseo de superación. 

Con 18 años se casó y desde entonces su vida ha estado dedicada a los demás, a su familia y a sus mayores. Nada más contraer matrimonio con su marido, Juan Mentado, se hizo cargo de la tía de su esposo y luego de su abuela. Más tarde cuidaría también de sus padres. Ahora, a sus 66 años de edad, Luz Marina echa de menos a sus mayores, y también a su esposo fallecido hace unos meses, al que ayudó en sus últimos años a hacer más llevadera su enfermedad. 

Luz Marina es una mujer llena de energía positiva, que trata de transmitir a las personas que ayuda. Su espíritu de entrega a los demás ha trascendido las fronteras de su propia familia, acogiendo en su hogar a un niño saharaui, que hoy es un hombre, enfermero de profesión, al que ha ayudado a salir adelante y darle unos estudios. Sin embargo, ella no da mayor importancia a su labor, y lo considera algo “normal”, por lo que se sorprendió cuando le comunicaron que había sido elegida por el municipio de Teror para el Homenaje de la Asociación de Mujeres Administradoras del Hogar 2014. “Seguro que hay mujeres con más méritos que los míos” dijo ella. Pero, sin duda, Luz Marina es una de las mujeres que se ha ganado a pulso este premio de reconocimiento a su trabajo silencioso como madre, como hija, como sobrina y como nieta.

Aunque el cuidado de sus mayores no le permitió desarrollarse profesionalmente al 100%, el oficio de la costura lo compagino desde joven con las labores del hogar, especializándose en la elaboración de vestidos canarios y alcanzando la titulación de artesana. Durante unos años pudo incluso impartir clases en la Universidad Popular de Teror. La música ha sido otra de las pasiones de Luz Marina, poniendo se manifiesto su carácter alegre y social, formando parte durante un tiempo de los grupos musicales terorenses “Los Guayres del Palmar” y “Jacaranda”, que tuvo que abandonar por atender a su familia.

Luz Marina es feliz. Dice que nació para cuidar a su familia y a sus mayores, y no se arrepiente de los momentos difíciles que ha pasado. “Ha sido muy duro en ocasiones, pero estoy segura de que he recibido fuerzas de Dios o de un ser superior que siempre me ha empujado a seguir adelante”, explica con total convicción.  

Este homenaje es para Luz Marina Santana un nuevo gesto de alegría que le da fuerzas para compartir con los demás, en un momento difícil para ella tras el fallecimiento de su esposo y los cuidados que presta a su hija enferma. 

El homenaje que le rinde la Asociación de Mujeres Administradoras del Hogar es un premio bien merecido para una mujer luchadora, entregada a su familia y a los demás. Una mujer que ha sabido compartir su bondad entre quienes la necesitan. Y que ha hecho frente a los momentos difíciles de la vida sin perder la sonrisa y la serenidad.