Insignias de Oro

Pirotecnia El Pilar

Pirotecnia el Pilar

Los actuales integrantes de la empresa Pirotecnia Benjamín Dávila (El Pilar), son la sexta y séptima generación de la saga de fueguistas que hace más de un siglo introdujo la pirotecnia en Gran Canaria. Actualmente Benjamín Dávila Sosa (Mico) con su hijo Benjamín Junior, regentan esta empresa familiar, cumpliendo 54 años en activo en el Palmar de Teror. Todo comenzó con Gabriel Dávila Trujillo, que trasmitió el oficio a su hijo Juan Dávila Morales quien confeccionaba los voladores en Guanchía y este a su vez a su hijo Pedro Dávila Santana, (bisabuelo de Mico) que confeccionaba los voladores en el Palmar de Teror.

De sus descendientes Pedro Dávila Rodríguez, continuó con esta profesión, el cual en aras de hacer más fáciles los desplazamientos instaló un pequeño taller de pirotecnia en Guanarteme en los años 50 donde ejercía la profesión, a la que se incorporó su hijo Benjamín Dávila Cabrera. En Junio de 1961, sufrieron un grave accidente con la explosión de la fábrica, que dio lugar a la muerte de 2 personas (entre ellos el hijo de Benjamín Dávila Cabrera, y hermano de Mico) así como numerosos heridos, quedando la familia destrozada y anímicamente sin fuerzas para seguir con la profesión. Gracias a la solidaridad de la gente del barrio de Guanarteme y a la cabeza el párroco la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar don Francisco Rodríguez, así como las numerosas muestras de apoyo de los distintos ayuntamientos de las islas para que no abandonasen el oficio, Pedro Dávila Rodríguez y Benjamín Dávila Cabrera retomaron la actividad en el lugar de origen, el Palmar de Teror, siendo la primera pirotecnia de fabricación autorizada de la provincia.

Este es el origen de por qué la fábrica lleva por nombre “Virgen del Pilar”, no era más que un agradecimiento a los vecinos del barrio de Guanarteme por su solidaridad y apoyo (en todos los sentidos) tras el trágico accidente. A partir de entonces se encargaron de iluminar los cielos de las islas, porque han estado en todas ellas así como en las fiestas más importantes, llevando con orgullo el nombre de Teror donde quiera que van.

Desde la década de los 60 hasta los 80, se fabricaban todos los productos que se disparaban en las distintas fiestas patronales, manteniendo así la elaboración artesanal de los fuegos de artificio, transmitiendo este conocimiento de padres a hijos que ha perdurado hasta la actualidad. A partir de los 80 se compaginaba la fabricación con la importación de producto nacional terminado para evitar la peligrosidad en la elaboración.

Tras la jubilación de Pedro Dávila a finales de los años 70, se hizo cargo de la empresa con carácter exclusivo Benjamín Dávila Cabrera. En los años siguientes se incorporaron sus hijos Mico (con 40 años dedicado a esta actividad ya que comenzó en ella desde los 14 años) y Alexis, aunque este último cambió de oficio a inicios del 2000.

A partir de aquí, la empresa el Pilar continúa pasando de padres a hijos y podemos decir que la quinta, sexta y séptima generación de pirotécnicos Dávila de Teror que llevan esta empresa son Benjamines, ya que en 1995 Benjamín Dávila Sosa (Mico) releva a su padre Benjamín Dávila Cabrera y en la actualidad la regenta con su hijo Benjamín Junior, cumpliendo este año la empresa 54 años en activo en el Palmar de Teror.