Turrones Elías
El turrón del país o turrón canario es originario de Gran Canaria. Precisamente, Teror es uno de los principales lugares de producción de este postre tradicional, elaborado con almendras, miel, azúcar y pan rallado. Tradicionalmente, en la Villa Mariana el oficio de turronero ha estado ligado a la familia Ramírez. El primero de sus miembros dedicado al oficio fue D. Antonio Ramírez Asencio, quien a finales del siglo XIX aprendió la elaboración de los turrones de manos del maestro «Pancho el Bernal». Uno de sus descendientes fue su nieto D. Elías Ramírez Quintana, quien comenzó elaborando turrones en la Calle Camino de los Castaños, en la casa donde residían sus padres y abuelos, hasta su traslado al Pasaje de los Cuarteles, donde aún hoy se ubica el taller.
Desde entonces varias generaciones de la familia Ramírez han estado presente, no solo en las Fiestas del Pino, sino también en muchas de las principales festividades de la isla de Gran Canaria, acompañados de sus características cajas de turrón, de color verde, cubiertos por un parasol o paraguas, un farol o carburo y un pequeño taburete o silla banqueta de tijera, durmiendo en muchas ocasiones pacientemente a la intemperie.
Como señaló el cronista Vicente Hernández Jiménez, las fiestas patronales que se suceden en la isla durante el verano, tienen como una de sus estampas o imágenes imprescindibles a las cajas de turrón. Éstas, junto con los voladores, los vendedores de baratijas, los tenderetes, las rifas, los molinillos, los ventorrillos, los olores a carne en adobo y las freidurías, la peculiar estampa de color de los pueblos y de las festividades de sus patronos y patronas.
En el año 2022 el Ayuntamiento de Teror concedió al turronero D. Elías Ramírez Quintana la insignia de oro municipal a título póstumo, en premio a toda una vida dedicada a la elaboración de turrones canarios. Hoy en día, sus hijos siguen manteniendo este oficio tradicional.
La repostería local se completa con otros productos artesanales, como las diferentes variedades de dulces elaboradas por las monjas del Cister y por las empresas de la localidad.