Fue construida y dotada por el canónigo Juan González Falcón a finales del siglo XVII junto a las casas del fundador desde las que podían oír misa sus hijos y familiares sin mezclarse con el público. La ermita de un solo cuerpo posee un importante patrimonio artístico, tanto en su retablo mayor presidido por la imagen de San Isidro como en sus otras imágenes de santos y el altar de azulejos. En la actualidad la ermita es propiedad particular y está unida al Cortijo de San Isidro. Para visitar las Ermitas, contactar con la Oficina de Turismo.
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