Un Ministro muy particular |
Es muy preocupante que nuestros políticos sigan protagonizando sus “guerrillas”, y ya no les dé reparos el hacerlo en público. En la mañana del pasado sábado, y en el transcurso de un acto castrense en la Plaza de Santa Ana, en Vegueta, nuestro flamante Ministro canario, José Manuel Soria, y el Presidente del Gobierno Canario, Paulino Rivero, se enzarzaron en un discurso protocolario absurdo, que habla bien a las claras cuán lejos están ambos líderes políticos de los intereses del pueblo al que dicen defender. Aunque la Delegada del Gobierno en Canarias ha tratado de quitar hierro al “enfrentamiento” entre ambos representantes institucionales, en el fondo hay una guerra soterrada entre el de “aquí” y el de “allá”, por dar a conocer quién es el que manda.
“Son como niños”, indicó alguien allí presente al percatarse de lo que estaba ocurriendo en la vieja plaza de Vegueta. La prensa grancanaria, tanto “La Provincia-Diario de Las Palmas” como el “Canarias 7” ha estado fina al juzgar este “fuego cruzado” entre Soria y Rivero. El Ministro de España que quería presidir el acto cívico-militar y el Presidente Canario, amparado por las normas que regulan este tipo de actos, también. En resumen que el acto se retrasó lo suyo, y encima con el calor reinante en esa jornada sabatina sobre Gran Canaria…Un espectáculo nada edificante, en medio de una crisis galopante que nos está llevando a todos a la desesperación. Sin embargo ellos a lo suyo…
El comportamiento es incomprensible en cualquier situación. Máxime cuando el protocolo marca que el presidente de una Comunidad Autónoma tiene más rango en este tipo de actos que un ministro de España, aunque éste se llame José Manuel Soria, y sea el líder de los populares canarios… Pero llueve sobre mojado. Jamás se había visto un comportamiento de tal guisa en ministros canarios en actos en el archipiélago. Ha habido “escaramuzas” y otros roces, pero nunca las cosas habían llegado a tal extremo.
Canarias está viviendo momentos muy complicados en la economía y en el resto de los sectores económicos. Todos tenemos que arrimar el hombro para que esta comunidad, alejada de la metrópoli, salga a flote. Y todas las ayudas, todas las manos son pocas para resolver esta situación. Sin embargo el Ministro canario no está haciendo por su tierra lo mínimo exigible. Desde su fracaso al no poder presidir esta autonomía-los pactos políticos entre CC y el PSOE se lo impidieron-, Soria fue nombrado Ministro del Gobierno de Rajoy , mostrando desde entonces escasa disposición por los problemas de su región natal. Ha preferido la confrontación y el desplante, con la consiguiente demostración de poder.
Estas actitudes ponen de manifiesto, a nuestro juicio, claro, el mal momento que viven las relaciones entre el Gobierno de España y nuestra comunidad canaria. Todo ello revela que las “bofetadas” que da el Ministro de Industria, Comercio y Turismo al Gobierno de Paulino Rivero, casualmente las está recibiendo todo el pueblo canario. De todos es conocido las posturas opuestas en cuestiones como las prospecciones petrolíferas o la eliminación de las tasas aeroportuarias….. El de “allá” no hace nada por evitar las prospecciones petrolíferas. Antes al contrario las alienta dándole vida a Repsol. Tampoco hace nada por “suavizar” las tasas en nuestros aeropuertos, concediéndolas sin embargo a los de Baleares…. Los ciudadanos de Lanzarote y Fuerteventura están que se salen con lo de las prospecciones y ni siquiera se les habla l qué se va a hacer y si se eliminan los riesgos medioambientales.
En definitiva que el incidente protocolario entre Paulino y Soria, es un efecto más del daño que se puede hacer a una comunidad como la canaria, cuando el de “allá” no ha asimilado la pérdida del poder en las islas. Y ni siquiera siembra el entendimiento y diálogo necesarios para una sana y fructífera colaboración. En la trayectoria política del actual ministro no ha habido cargo que haya ocupado en el que no haya tenido incidentes protocolarios. Mientras los de “aquí” deben mostrarse cautos y comprensivos, sin darle un palmo de ventaja al contrario. Pero se sabe que el que tiene el poder, la venganza la sirve bien fría…Y en eso nuestro personaje, nuestro Ministro, es muy particular.
Compartir en redes sociales