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APUNTE 15/04/2013

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Ganarse el puesto
Por
Nieves Ramos                                                                                                                               

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Ayer fue el día de la República. Miles de manifestantes pisaron las calles españolas pidiendo la llegada de la Tercera República en España. Esto no es ninguna novedad pues cada año el colectivo republicano se expresa públicamente en su reivindicación; la novedad, me comentaba un participante histórico, fue el número de asistentes. El lo denominó la manifestación más grande en la historia solicitando la República y detrás de este aumento espectacular está sin duda el devenir de la Monarquía Española en los últimos tiempos.

No voy a redundar en cómo llegó este Rey al trono, pues está en la memoria histórica de todo el mundo, ni tampoco cómo su participación en el fallido golpe de estado del 23 F, le dio un certificado de calidad a su trabajo. Lo que me parece importante y me ha decidido escribir este apunte es que una denominación, sea el origen que sea y un certificado de calidad, no se obtiene de por vida sino que el puesto hay que ganárselo cada día, y sino que se lo pregunten a Iker Casillas.

En la manifestación de ayer sacaron a pasear a la Familia Real y no precisamente por sus buenas acciones. En este boomerang de descrédito que padecen todas las instituciones políticas españolas, la Casa Real no ha salido indemne, todo lo contrario. Las actividades del yerno Iñaki Urdangarín ha puesto de manifiesto la utilización de su pertenencia a la Monarquía, no precisamente para servir a la ciudadanía sino para servirse de los privilegios y acceder a los fondos públicos con facilidad, utilizando además la figura de una organización no gubernamental para ello. La guinda del mirar para el otro lado la pone una infanta que al parecer no se enteraba de que vivía de cine sin conocer la procedencia de cómo.

En la misma línea las cacerías del Rey, sus relaciones amorosas, los palacetes anexos para vivir y recibir a sus allegados y otras muchas cosas que no sabemos, han hecho que mucha gente se pregunte y pelee por una institución que pueda ser elegida por la ciudadanía y sea transparente aunque, dada la actual situación, ayer decía una de mis tertulianas podemos llegar a ver a Paco el Pocero de Presidente de la República, pero sino cumple lo podremos echar.

Lo que me parece importante destacar de la Familia Real, de la Presidencia de una República, de la alcaldía municipal o la asociación de vecinos es que necesitamos no olvidar nunca el motivo por el que estamos o somos elegidos, cuando esto se olvida y se sienten más cerca de los privilegios que del servicio, suele pasar que más tarde o más temprano quedan al descubierto y ya no vale solo la petición de perdón, sirven los gestos, la transparencia, la humildad, en definitiva que incluso los que más seguros están pueden perder el puesto porque este se debe ganar sudando cada día en el ejercicio de la responsabilidad. Afortunadamente ya no estamos en la era de que lo que pasaba quedaba escondido en palacio. Ya sabemos que la información está al alcance de todo el mundo y la información es poder.

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