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APUNTE 26/02/2013

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Viera y Clavijo y la Transgrancanaria
Por
Juan José Laforet                                                                                                                               

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Viera y Clavijo, tras catorce años en Madrid y dos viajes por la Europa ilustrada, con una vida intensa y muy activa, efectiva, creativa y provechosa, toma la decisión de volver a sus islas a la vuelta de su segundo y último viaje por Italia, Austria, Alemania y Francia; con la silueta de las costas gaditanas quedaba atrás definitivamente todo un mundo en el que había sido inmensamente feliz, se cerraba una segunda gran etapa en su vida y se encaminaba a una tercera y última en Gran Canaria, donde en 1784 se incorporaría a su puesto como Arcediano de Fuerteventura en el Cabildo eclesiástico de la Catedral de Canarias, una prebenda que tenía concedida desde dos años antes.

Una vez asentado en sus obligaciones eclesiásticas, ámbito en el que realizará un inventario del archivo de la Catedral, estudia una revisión del Estatuto del cabildo eclesiástico, entre muchos sermones, panegíricos, himnos, oficios, centrado en sus responsabilidades al frente de un centro educativo como el Colegio de San Marcial,   y emprendida la disposición de su nueva casa en la Plaza de Santa Ana, donde organizará un importante laboratorio y una selecta biblioteca, Viera centra su actividad en el ámbito de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, de la que es su director desde 1790 hasta su fallecimiento en 1813.

Aquí ofrece informes sobre las aguas minerales de Teror y Telde, a las que realiza los primeros análisis, algo absolutamente novedoso en la isla hasta ese momento, por lo que Teror, aprovechando este Bicentenario de ese genio científico e intelectual que fue Viera y Clavijo, debería poner una placa recordado un hecho absolutamente histórico en Gran Canaria.

También hace estudios sobre la orchilla, la rubia silvestre, los gusanos de seda, la barrilla, el carbón de leña, siempre indagando aplicaciones prácticas que contribuyan al progreso de la isla, algo que también busca en las mejoras de industrias como la de sombreros, las pesquerías o el modo de desengrasar la lana, sin olvidar la agricultura para la que promueve la introducción de técnicas y prácticas novedosas en la época. En 1794 llega la primera imprenta de la isla gracias a su empeño personal y pronto le vemos publicando folletos y libros tanto de carácter científico, como literario y religioso, a la vez que se preocupa de imprimir o de traer obras fundamentales para la educación de los jóvenes. Así, en 1807 publicará su Librito de Doctrina Rural y en 1810 su Tratado sobre la Barrilla.

Cuando conmemoramos al Viera y Clavijo autor de esa magnífica y pionera obra que fue su “Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias”, y evocamos su hondo amor por los paisajes y la naturaleza insular, nos encontramos también como la isla bulle estos días por muy diversos lugares, y Teror es punto principal en ello, con los preparativos de una prueba deportiva que nos permite un sugerente y mas que válido acercamiento a la naturaleza isleña, a un nuevo descubrimiento del paisaje insular, ese conjunto variante y variado que permitió a Fray Lesco hablar de “continente en miniatura” para definir a esta isla redonda, en una frase que pronto cobró fortuna y se convirtió en uno de los más acertados, eficaces y conocidos eslóganes promocionales de Gran Canaria.

Me refiero a la TRANSGRANCANARIA una prueba no sólo muy concurrida, con más de dos mil participantes inscritos, con más de trescientos voluntarios dispuestos a aportar todo lo mejor de sí mismos para que sea el éxito que se viene repitiendo año tras año, con un público que ya llena los recodos más insospechados de la travesía oficial para seguirla y disfrutarla en directo, con una zona de meta que se convierte en un verdadero espectáculo, un sano y animado encuentro entorno a este deporte y en un auténtico ámbito festivo que atrae a miles de personas, sino que es ya un referente a nivel internacional para este tipo de eventos de montaña, que pone a Gran Canaria como punto privilegiado y de interés singular para los deportistas y aficionados en general, que disfrutan de las posibilidades que brinda la isla en cualquier estación del año.

Un entorno enormemente adecuado para la práctica deportiva de la “carrera de montaña”, que hace del mismo punto ineludible tanto para entrenamiento de alto rendimiento, como para la competición más puntera a nivel internacional con varias pruebas que ya siguen muchos deportistas de muy diversos continentes; deportistas que se plantean en esta TRANSGRANCANARIA disfrutar además de una jornada diferente mientras afrontan el reto de cruzar la isla en menos de 31 horas. Y hablamos de corredores, pero también de senderistas y amantes de la naturaleza pues se trata de un evento que no es elitista, ni exclusivista para los más renombrados atletas, sino que se abre a muchas personas que su meta es hacerla en el espacio de las 31 horas previstas mientras gozan de paisaje y deporte.

Teror disfrutará del paso, o de la salida de muchos de ellos, de todos estos deportistas el próximo sábado 2 de marzo, cuando el deporte, la TRANSGRANCANARIA, convertirá en una jornada verdaderamente festiva el corazón de la Villa Mariana. Buenos días.

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