Eugenio Pacelli y Rodríguez Madariaga |
Sin duda alguna la renuncia de Benedicto XVI a su responsabilidad máxima en la Iglesia católica ha acaparado la atención de todo el mundo. Y no digamos el inminente cónclave, cuando Joseph Ratzinger, cumpla su anuncio de abandonar el Papado, a las 8 de la tarde del próximo 28 de febrero. Y se reúnan en Roma todos los cardenales para elegir al sucesor del actual Papa. Todos los cardenales que cumplan los requisitos para hacerlo, sobre todo el de la edad.
Precisamente hablando de cardenales papables, se hizo famoso el paso por la isla de Gran Canaria, del entonces Cardenal Eugenio Pacelli, quien posteriormente sería Papa con el nombre de Pío XII. Entonces las grandes personalidades de la escena internacional viajaban en los trasatlánticos que unían la vieja Europa con el nuevo mundo. Y el Puerto de La Luz se hacía obligado en las escalas técnicas de estos grandes buques. Pues bien, en uno de ellos llegó en octubre de 1934, el cardenal Pacelli, que era Secretario de Estado del entonces Papa y que se dirigía a Buenos Aires a participar en el Congreso Eucarístico Internacional. Y muchas de estas personalidades recalaban en Teror, en una casi obligada visita al Santuario de la Patrona de la Diócesis de Canarias, Nuestra Señora del Pino. El cardenal Pacelli visitaría la Villa mariana el 24 de octubre de 1934.
Según relata Braulio Guevara, en su obra “1481-1981:500 años de la aparición de la Virgen del Pino”, este cardenal italiano fue objeto de un gran recibimiento en nuestro pueblo. Entró bajo palio en el templo, mientras se cantaba el Himno Pontificio. Acompañado de los Obispos de Canarias y Nivariense y otras autoridades oró ante la Patrona. A la salida de la Basílica los terorenses desbordaron su entusiasmo, con aplausos y vítores. Al parecer, se llevó un recuerdo imborrable de esta visita a Teror, extremo éste que lo expresaría a su regreso en “L´Observatore Romano” cuando in- dicaba que “en Teror y a los pies de la Virgen del Pino había tenido la suerte de palpar el entusiasmo y el fervor del alma católica española”.
Y así otros personajes eclesiásticos y de la sociedad civil. En 1930, el 2 de julio, sería el Nuncio Apostólico en España, Monseñor Tedeschini quien visitaría la Basílica del Pino, en su visita oficial a las islas. Se le rindió igualmente un homenaje popular por parte de los terorenses, con sus autoridades a la cabeza, estando todas las calles engalanadas. El párroco D. Antonio Socorro Lantigua agradeció a la Santa Sede la concesión de la Coronación Canónica de la Virgen de Pino (1905), Patrona de la Diócesis de Canarias; también la declaración de Basilica menor del Santuario terorense y el haber declarado el 8 de septiembre fiesta de precepto en la isla de Gran Canaria. El cardenal en un vibrante discurso respondió al agasajo de los teroreses diciendo, entre otras cosas que “nunca esperé encontrar en estas montañas esta Basílica tan bella ni este pueblo tan creyente”.
A nuestra Villa terorense llegaron además, entre otros, cardenales importantes de la Iglesia Católica, como el Cardenal González Martín, Primado de España; el cardenal Enrique y Tarancón quien a su vez protagonizaría antes de su fallecimiento el Pregón de las Fiestas del Pino y un novenario a la Patrona, etc.
Uno de los últimos en visitar el Santuario del Pino, en Teror, ha sido el actual Arzobispo de Tegucigalpa, capital de Honduras, el cardenal Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, quien de forma particular, acompañado de algunos miembros de la Escuela de Formación Socio-Política y Fe Cristiana, estuvo en Teror el 28 de febrero del pasado año. Es uno de los cardenales que salen en la nómina de papables, aunque él con su humildad señala que no es así. Se trata de un cardenal con un enorme prestigio internacional, siendo un profundo conocedor del mundo latinoamericano. Su perfil intelectual responde al de un humanista, ya que aparte de sus doctorados en Teología y Derecho Canónico, es un hombre que cultiva las artes como la música (piano, saxo y director de orquesta). Es Presidente de Cáritas Internacional, y entre sus hobbies está el folklore canario, declarándose un impenitente seguidor del programa “Tenderete” de TVE-Canarias, a través del Canal Internacional.
Durante su estancia en Las Palmas de Gran Canaria participó como ponente en las III Jornadas sobre “El Cristianismo en Latinoamérica”, organizadas por el Aula “Manuel Alemán” y la Escuela de Formación Socio Política, del ISTIC. En Teror, fue agasajado por el actual alcalde Juan de Dios Ramos, deteniéndose asimismo en la Alameda y el Palacio Episcopal teorenses, en cuyas paredes se recuerda en una placa la visita que entonces hizo a la Villa el que sería después Pio XII. En el Cardenal Rodríguez Madariaga vimos también un papable con futuro, como quedó patente en el último cónclave en el que resultó elegido Benedicto XVI.¡ Quién sabe si este sencillo cardenal hondureño será el sucesor del Joseph Ratzinger en pocas semanas!…Oscar Andrés Rodríguez Madariaga, un sacerdote salesiano, que en Teror sonrió al ver la huella del paso de Pío XII por las calles terorenses.
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