> ESCUCHAR EL APUNTE:  «EL TEATRO ESCOLAR»

Empezaba el curso y pensé que el área de artística iba a ser como todos los años. Y cuál fue mi sorpresa cuando me enteré que este año íbamos a tener dramatización. No es que me considere una gran actriz, pero la cosa prometía diversión aunque, también, mucho trabajo.

¡El mayor problema era que sería en inglés!

Primero pensé que no podríamos. Sólo una hora a la semana, mucho diálogo que aprender, trabajar la pronunciación, decorados que pintar, un montón de cosas y, la mayoría, nuevas para nosotros.

De todas formas estábamos muy ilusionados, y mucho más cuando nos enteramos que íbamos a representar la obra de teatro para todo el cole y para nuestros padres, en la fiesta de Navidad. Un mes antes de la representación, la profesora nos dijo la ropa que teníamos que llevar. Nos volvimos locos buscando en los roperos de casa.

Después de unos meses de trabajo y ensayos, llegó el gran día. Todos estábamos super nerviosos, aunque habíamos ensayado mucho, hasta en la hora de los recreos. Cuando el presentador nos nombró, empezó el espectáculo. Y no nos salió nada mal. Todos nos aplaudieron un montón. Nuestros padres y profesores nos felicitaron. Ojalá que el año que viene volvamos a tener dramatización. A mí me encantaría repetir.

Edda Dueñas

Mi profesora nos ha mandado hacer una redacción sobre la obra de teatro que hicimos en Navidad. La verdad es que nos salió super bien, pero también tuvimos que trabajar un montón para que todo saliera tan bien.

La obra es una adaptación del libro de Charles Dickens «Cuento de Navidad». Lo más difícil  fue que era en inglés. Bueno, difícil al principio, porque después de tanta repetición y tanto ensayo, ya nos sabíamos el papel de carretilla y no nos resultó tan difícil.
También tuvimos que preparar el decorado de la obra, aunque también nos ayudaron alumnos de 5º.

Cuando actuamos el día de Navidad, el colegio estaba lleno de gente. Todos los niños, que son un montón, todos los profesores y los padres estaban delante de nosotros preparados para vernos y oírnos. Yo estaba super nervioso, esperando que me tocara salir al escenario.

Cuando la obra terminó me alegré mucho porque vi a todo el mundo aplaudiendo y contento de vernos en el escenario. Y me di cuenta que había merecido la pena tanto trabajo y esfuerzo.

Roberto Montesdeoca