Reinventar el sueño Por Nieves Ramos

Llevo un buen rato intentando entresacar, entre los diarios nacionales y locales, una noticia buena que levante el ánimo para empezar esta semana y no hay manera. 

Busco y rebusco hasta en las secciones más recónditas y las únicas que parecen salvarse vienen de la mano de Guti, el ex-guapo jugador del Real Madrid, lo de ex solamente por su actividad futbolística porque sigue estando como un primor,  que acaba de bautizar a su vástago y que nuestra Pe vuelve a estar embarazada y con Bardem van a por su segundo bebé. El resto de noticias son un auténtico horror, una invitación a coger un billete de avión, tren o barco que nos lleve, como pronto a Islandia, que ayer nos dio una lección de educación.

Sin embargo, con ese espíritu de la realidad que el Señor me ha dado y yo he procurado cultivar, me pongo a ver por dónde puedo coger a esta semana pos feria para que no se me atragante el primer día.

Y empiezo firmando una campaña de liberación de las mujeres saharauis, y sigo viendo las propuestas de empleo juvenil, que a través de Cepes debemos enviar al gobierno y me tomo un nuevo café para colocar las citas previstas estas semanas y mientras , pongo un poco de música de Rosana, que invita a crear un sueño.Porque necesito rearmar el sueño ante las noticias que aparecen cada día en los medios y quiero evitar la tentación de no leerlos porque sería como meter la cabeza debajo del ala.

Y rearmar el sueño es buscar nuevas formas de organización de la ciudadanía ante la des afección producida ante los partidos políticos actuales.

Estos días he escuchado dos afirmaciones preocupantes: una, la petición de nuevas elecciones, a menos de dos años de las anteriores, ganadas por mayoría absoluta y la segunda, la  respuesta más generalizada. ¿Para qué? ¿ A quién votamos?. Es la prueba más palpable de una ciudadanía desencantada con la clase política que la representa y una situación muy peligrosa para el ejercicio noble de la democracia, como gobierno del pueblo. 

Cuando las personas enfermas de cáncer tienen que abonar parte de sus desplazamientos, quitan las urgencias de los pueblos, reducen las becas, se despide sin razones, cuesta trabajo entender las cuentas en Suiza y la vida a todo trapo de quienes lo hacen. Y es muy preocupante como también lo es esa impotencia de ¿Y qué hacemos?.La movilización pacífica y la organización de las plataformas, junto a las propuestas de construcción de otra sociedad más equilibrada y sostenible me parece las únicas formas.

Pero para ello debemos salir de esa resignación, apatía y verlas venir que a veces nos caracteriza para poner en marcha nuestras capacidades, sin esperar a que vengan de fuera para hacerlo, y buscar espacios de debate y organización, todo ello también en los partidos políticos que quieran defender la alegría y la ciudadanía. Que tengamos a pesar de los medios grandes quedándonos con Radio Teror, una buena semana y hasta dentro de quince días.