Unidos por… la Poltrona |
Coincidiendo con el final de legislatura se producen los mismos movimientos en la mayoría de los partidos, con comportamientos incomprensibles para los ciudadanos, de gente que se considera “servidores del pueblo”. Estos comportamientos extraños, que desgraciadamente ya no lo son tanto en nuestros días, se producen antes o después de la proclamación de las candidaturas. Con las excepciones lógicas, cada político tiende a considerar que la permanencia en el cargo es para siempre, y se olvidan que son los votantes los que les dan o retiran la confianza por 4 años, y no las estructuras de sus partidos, que solo elaboran las planchas electorales de acuerdo a sus intereses.
Ante las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, vuelven a producirse de nuevo hechos que a poca gente gusta . Un espectáculo triste y bochornoso. Ha habido partidos que se han pronunciado por la renovación generacional, proponiendo nuevas caras, nuevos rostros, de acuerdo a sus actuales mensajes. Australia Navarro, candidata del Partido Popular a la presidencia del Gobierno de Canarias y máxima dirigente de su partido en Gran Canaria ha insistido en lo que hemos dicho sobre la renovación de candidatos indicando que en lo referente al Cabildo grancanario “José Miguel Bravo de Laguna ha sido incapaz de asumir la renovación” añadiendo que ya “es el pasado”. Bravo de Laguna, padre, al no verse incluido en la lista oficial del PP a la corporación insular ha optado por marcharse.
En principio no se entiende que a pesar de la buena gestióndicen realizada por Bravo de Laguna al frente del Cabildo Insular no haya sido propuesto de nuevo por su partido. Podría intuirse “navajazos” en el seno del PP, teledirigidos desde algunos despachos madrileños, por actores isleños, para impedir que el señor Bravo de Laguna repitiera en la presidencia. Sin embargo tampoco es aceptable que ante esa actuación incompresible por parte de los responsables de su grupo político, el actual presidente cabildicio se vaya del partido y encabece otra candidatura denominada “Unidos por Gran Canaria”, pactando paran ello con “extraños compañeros de cama”. A nuestro juicio hubiera quedado mejor el señor Bravo de Laguna que se hubiese ido a su casa y no ir por su cuenta en otra formación política, dando la impresión de que es difícil abandonar el protagonismo político cuando se esta en el “machito”.
Idéntico comportamiento ha tenido lugar en el seno del Partido Socialista gomero, con Casimiro Curbelo, eterno cabeza de cartel socialista, que a pesar de la negativa de su grupo,ha querido ser candidato a la presidencia de la Gomera, pero con otro partido, el refundado Partido Socialista de la Gomera. Curbelo ha preferido marcharse de su partido, el PSOE, y reactivar su propio “chiringuito” para seguir ahí en la movida.
Todo lo dicho pone de manifiesto que algunos prefieren seguir en el candelero político, “cambiando de caballo” en plena carrera, en lugar de retirarse y quedarse en casa. La política debe ser siempre servicio a los demás, y no servirse de ella para medrar. Cabe preguntarse: en los dos casos mencionados, ¿se contempla transfuguismo político o no?… Algunos piensan que sí. Otros optan por callar. Nadie dimite, actitud por otra parte que seria lo mas coherente en la vida política… Pero ¿quien ha dicho coherencia? Ya eso no se estila en la política actual. Por ello más que nuevas formaciones políticas en contraposición a lo de siempre, habría que insistir en actitudes nuevas y en formas mas cercanas a los ciudadanos, a esas personas que lo están pasando mal y que necesitan ayuda. Y menos,por supuesto, blandir banderas del falso patriotismo local, algo ya trasnochado en estos peñascos que quieren ser una y fuerte.
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