Adiós al último pregonero del Pino |
Este pasado fin de semana la sociedad canaria, y de modo particular, la comunidad terorense, perdió a uno de sus miembros más preclaros. Nos estamos refiriendo al sacerdote José Alonso Morales, el último pregonero de las Fiestas del Pino-2012, Pregón que aún recordamos con admiración y cariño por la claridad, rotundidad y profundidad de su mensaje. Pepe Alonso, como todos les conocíamos, fue sacerdote diocesano, y un claro referente del cristianismo progresista, pensador y docente tanto en la enseñanza secundaria como en el ámbito universitario. En la madrugada del sábado para el domingo, Pepe Alonso nos dejaba huérfanos de su palabra y de su consejo, tras no superar un proceso infeccioso producido por un episodio cardiovascular que le llevo a ser internado en un centro hospitalario de nuestra ciudad.
El fallecimiento de nuestro amigo Pepe Alonso puede decirse que ha llenado de consternación a cuantos tuvieron la suerte y la ocasión de conocerlo y por su puesto de tratarlo más de cerca. La prensa grancanaria se ha encargado de resaltar su personalidad y su obra por lo que apenas tenemos opción a decir más cosas de él. Hombre sensible, culto, metido siempre en la reflexión y en la ayuda desinteresada a los demás, creemos que fue siempre y por encima de todo una buena persona, un hombre sencilla y cercano. En definitiva un ejemplo humano y con una proyección social que indudablemente ha dejado su huella en todos nosotros.
Con Pepe Alonso me unía una vieja amistad que me llevaría a colaborar en algunos de sus proyectos. Primero tuve la suerte de ser alumno suyo allá en los años sesenta, en el Seminario de Tafira, en varios cursos del Bachillerato en el que nos impartió distintas disciplinas entre ellas Literatura, Filosofía e Historia de la Música. Posteriormente también colaboré con él y participé de sus muchas actividades, siendo él Director del Aula “Manuel Alemán”, un espacio de diálogo para la interrelación de la fe, cultura, las creencias, los valores y las utopías; no se limitó solo a la realidad de la religión católica, yendo mas allá. Como alguien ha dicho, el Aula “Manuel Alemán” se convirtió gracias a su moderación y realismo en un foro de debate que, mantenido una intensa y espléndida actividad, fue muy fiel a los ideales de su fundador.
Su presencia en la Universidad ha sido asimismo importante. El Aula “Manuel Alemán” se inscribió desde su creación a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dependiente del Vicerrectorado de Cultura, Deporte y Educación Integral que preside la profesora Isabel Pascua Febles. Puede decirse que toda la comunidad universitaria de las islas ha recordado la figura de José Alonso Morales, destacando su bonhomía y su carácter aglutinador. Los tres rectores que nuestra Universidad ha tenido en su corta vida, han reconocido que su legado, su pensamiento y su obra harán crecer a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
De todas formas, nuestro recuerdo hoy hacia Pepe Alonso, surge como Pregonero que fue de las Fiestas de este año en honor a Nuestra Señora del Pino, Patrona de la Diócesis de Canarias. Nos consta que le hizo mucha ilusión el formar parte de la nómina de tantos canarios que han pregonado a la Virgen del Pino. Esa ilusión quedó patente en el hermoso texto con el que nos brindó el último viernes del pasado mes de agosto. Fue una de las últimas intervenciones que tuvo en público.
Pepe Alonso vino a decir que “un pueblo que hace fiesta… es un pueblo que tiene sueños y hace futuro”. Y Teror, por supuesto, es así. Un Pregón que gustó mucho por sus reflexiones y sus raíces etnográficas. En aquella tarde-noche de agosto terorense, afirmaba que se sentía como uno de esos mensajeros que llevan entre sus labios los sonidos del mensaje “y me veo- señalaba- descendiendo por las montañas del pueblo de Teror”. En el Pregón se vio al intelectual y al estudioso de la realidad social actual: “Invito a no tener miedo- decía Pepe Alonso- y ser soñadores en nuestro mundo que se nos presenta cerrado a grandes posibilidades y donde el velo del desencanto oculta el futuro”. Sin duda alguna fue una intervención que en sí fue también un canto de esperanza en medio de “un panorama de pobreza que nos rodea…”
Desde luego Pepe Alonso, con su desaparición física, ha pasado a formar parte de la nómina de Pregoneros del Pino fallecidos, tomando parte además, en el más allá, de esa “Junta de Pregoneros” que han tenido el honor de cantar las excelencias de la Madre de Dios, bajo la bella advocación de la Virgen del Pino, Madre de todos los canarios de bien y de corazón, y que él como nadie, siempre lo fue.
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