Que conste que nunca suelo hablar de los programas o espacios de otros medios de comunicación y menos criticar sus contenidos u orientaciones ideológicas. Cada cual es libre para hacer en su “casa” lo que le plazca. Pero recrearse en lo más sórdido de una sociedad para consumo de espectadores ávidos de emociones fuertes, no es ético ni moralmente aceptable. Nos referimos claro está al programa “Callejeros”, de Cuatro Tv, que en su última entrega nos ofreció una “ración” más de lo más negro y oscuro de una parte de la isla de Gran Canaria…¡Qué raro que de Canarias sólo se exhiba lo más cutre de esos grupos sociales, pero de una isla sola, y siempre sucede con Gran Canaria!. Como si ese mismo “producto” barriobajero no existiera también  en el resto de las islas o en otras provincias españolas. El “infortunio” informativo  solo se ceba-qué casualidad- con Gran Canaria. La isla que históricamente ha sido la más importante de Canarias, tanto en el aspecto económico, como en el social, religioso, turístico, etc… De ahí la “envidia” contrastada de algunos por la isla “redonda”, como algunos la denominan para no referirse a ella como Gran Canaria, título que en el siglo XIV uno de los conquistadores españoles, tras su conquista por la Corona de Castilla, una vez comprobada la bravura de sus gentes.

El programita de marras ha vuelto a incidir en lo de siempre: en el alcohol, las drogas, la prostitución y el sexo. El programa  en cuestión, denominado “Gran Canaria, al límite”, emitido la pasada semana a nivel nacional, ha sido otro ejemplo de las informaciones tendenciosas sobre una parte de Canarias que intenta salir de la crisis económica y que soporta el mayor nivel de desempleo y pobreza del Archipiélago. Los autores del reportaje-erre que erre- han vuelto a “recrearse” de forma enfermiza en imágines como la prostitución de la calle Molino de Viento, los botellones masivos o los encuentros sexuales en la zona de las Dunas de Maspalomas…Frente a una información sesgada y mal intencionada, la reacción  de los grancanarios y de canarios nobles de otras islas no se ha hecho esperar. Las redes sociales así lo atestiguan, manifestando que en modo alguno se sienten representados en reportajes como el mencionado que una vez más distorsiona la realidad que se vive en Gran Canaria.

Muchas de esas personas descontentas con la información de “Callejeros” han indicado que se ha sacado lo peor de la isla de Gran Canaria, olvidándose de las buenas gentes, ejemplos de laboriosidad y solidaridad hacia aquellos  que peor lo pasan. Solo se han fijado en la “basura”, que como es natural existe en toda sociedad compleja y desarrollada como la nuestra. Es mosqueante que este reportaje salga a antena cuando se inicia la temporada de verano. Por ello nos preguntamos si detrás de “Gran Canaria, al límite” no habrá un interés espurio para ofrecer este bochornoso y vergonzoso reportaje… Por eso precisamente nos unimos–en esto sí–al enfado e indignación del Cabildo de Gran Canaria, a su Consejería de Turismo, por el contenido de “Callejeros” de Cuatro Tv, por el evidente daño grave que causará a la imagen de la isla como destino turístico nacional e internacional.

Por eso no basta con que Mediaset  haya suspendido la emisión de su programa en el resto de las cadenas que domina. Daño a un sector económico tan sensible como el turístico exige algo más que protestas en las redes o en una simple nota de rechazo del Patronato de Turismo de Gran Canaria a la cadena emisora. Los servicios jurídicos de la institución grancanaria deben emprender ya las acciones judiciales pertinentes que defiendan los intereses de nuestra isla reparando así en lo posible el perjuicio causado a la isla y a sus habitantes. Además no es la primera vez que se saca este tipo de basuras en dicho programa.

No se trata, por tanto de coartar la libertad de expresión. ¡Líbrenos Dios de tamaño desacato democrático! Solo exigimos una información equilibrada, veraz y objetiva de nuestra realidad. No lo que se nos ha dado en “Callejeros”: una información sesgada, tendenciosa y lesiva para los ciudadanos de una parte de Canarias, que se llama Gran Canaria, que está al límite, eso sí, por el problema  del paro juvenil y la pobreza de no pocas familias. No por lo que hemos visto en “Callejeros”…Por favor.