Colegio Salesiano
El Colegio Salesiano “Nuestra Señora del Pino” fue inaugurado el 24 de julio de 1955. La primera piedra del inmueble, de estilo neo canario, fue colocada y bendecida el 1 de noviembre de 1947, bajo planos del arquitecto Rafael Massanet y Faus. Desde entonces y hasta 1968, la congregación de Salesianos de Don Bosco o Pía Sociedad de San Francisco de Sales, desempeñó su labor educativa en Teror durante 13 años.
A pesar de la mejora de la oferta y de la calidad educativa que supuso el establecimiento de este centro educativo, la visión contraria del entonces párroco D. Antonio Socorro Lantigua dio lugar a la retirada de la cesión a los Salesianos, cuya gestión, ahora en calidad de colegio diocesano, fue otorgada al recién nombrado obispo D. José Antonio Infantes Florido, culminando con ello una importante etapa de la historia de la educación en la Villa de Teror. A comienzos de la década de 1970 el centro fue destinado a instituto de bachillerato hasta comienzos de la década del 2000. En el año 2011, tras su adquisición por el Ayuntamiento de Teror, fue inaugurado en calidad de nueva sede de las instalaciones de gestión del consistorio de la Villa.
En la actualidad, los antiguos alumnos de este centro de enseñanza se reúnen de manera anual, con el objetivo de recordar el paso de la comunidad salesiana por la Villa. El 26 de octubre de 2013, el Ayuntamiento de Teror inauguró la Plaza del Colegio Salesiano, y el 1 de febrero de 2016, se cambió el rótulo de la tradicional Calle del Cementerio por el de Calle San Juan Bosco, junto con la placa que da nombre a la citada plaza, en recuerdo del sacerdote y educador Don Bosco (1815-1888) fundador de la orden salesiana. A ambos actos, acudieron en representación de la comunidad salesiana, el inspector salesiano D. Francisco Ruiz Millán SDB y el arzobispo y cardenal de Rabat, D. Cristóbal López Romero SDB.
Junto con la apertura de la escuela salesiana, otros hitos de la historia de la educación en Teror fueron los siguientes: la creación en 1790 de la primera escuela de niños, a instancias del sacerdote D. Domingo Navarro del Castillo, seguida por la de niñas en 1793; o la apertura en 1978 del Colegio Nacional “Monseñor Socorro Lantigua”. Digna de mención fue también la creación de la primera colonia escolar de Canarias, a instancias del maestro D. Sergio Martín Calvo en 1922. Precisamente fue el pueblo de Teror la primera localidad del Archipiélago en la que se llevó a cabo esta iniciativa promovida por la Institución Libre de Enseñanza. A través de las llamadas Colonias Escolares se trataba de propiciar a las niñas y a los niños vivencias estimulantes y oportunidades de descubrir sus inquietudes.