«Requiem por la Radio y la TV Públicas»
Por Sebastián Sarmiento
Como “asalto” y “golpe de mano” a la neutralidad informativa a los medios de titularidad pública ha sido calificado el Decreto ley aprobado por el último Consejo de Ministros que permitirá que el Congreso de los diputados designe al Presidente de RTVE por mayoría absoluta y no por los dos tercios como se venía haciendo hasta ahora. El PP, con su mayoría absoluta en las dos Cámaras podrá elegir al presidente de la corporación sólo con sus votos, si no se alcanzara antes un consenso con otros partidos, y en concreto con el principal partido de la oposición, el Partido socialista.
Con este decreto se rompe el consenso existente en el seno del Consejo de Administración de RTVE en la pasada legislatura. Como antiguo trabajador del ente público, podemos afirmar que jamás se había alcanzado en la radio y la televisión públicas la neutralidad, la objetividad y la dependencia de sus informativos en España, siendo mes tras mes los espacios más seguidos y los mejor valorados por los ciudadanos. Fue quizás una de las mejores cosas que hizo José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Gobierno de España.
Mucho había tardado Mariano Rajoy y el Partido que lo sustenta en “meterle mano” a RTVE. Sus recortes por fin han llegado a también al ente público, ya que de los 12 miembros actuales se pasará a sólo 9. Para ello se ha expulsado a los representantes propuestos por los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO. A partir de ahora, el Consejo será un órgano integrado por representantes de los partidos políticos, y en el que el PP dispondrá de 5 plazas. Esta decisión no ha gustado tampoco a los profesionales de RTVE, ya que, según ellos, pone en riesgo la independencia del ente público y de sus informativos.
Los Consejos Informativos, constituidos en la pasada legislatura, consideran estos cambios como apresurados y muy preocupantes, y que implican el retroceso a un “modelo de una radio y una televisión gubernamental”, poco plural. Los sindicatos por su parte califican esta nueva restructuración como una “involución” en términos democráticos, tanto en el pluralismo como en la libertad de expresión. Esto no es ni más ni menos que una maniobra clara por parte de los actuales dirigentes del PP de tomar el control de los medios públicos en un momento en el que las quejas de los ciudadanos y sobre todo su valoración política está bajo mínimos por los continuos recortes sociales y económicos en nuestro país.
Este real decreto que comentamos supone un cambio de las reglas de juego para designar a los consejeros y al presidente de la corporación. A partir de ahora no será una mayoría reforzada de las Cámaras (dos tercios), sino que en una segunda votación, 24 horas después, solo se necesitará una mayoría simple. Todo ello hace pensar que contrariamente a lo que se dice por el actual gobierno, el partido conservador no es partidario del pluralismo político, regresando a la televisión y radio de partido. Eso sí, nos ha extrañado las prisas del gobierno de España en cambiar las “reglas” para la composición del Consejo de Administración de RTVE. En breve volverá a respirarse el clima existente en tiempos de Aznar, con el “jefe”, Alfredo Urdaci, condenado en su día por los tribunales de justicia por manipulación.
El temor de muchos de los que apostamos por la independencia de RTVE es que la fórmula elegida por Mariano Rajoy y los suyos haga peligrar la neutralidad que en los últimos años han hecho gala los Servicios Informativos y que éstos puedan ser politizados en el peor sentido de la palabra. En verdad, en las dos ultimas legislaturas se había logrado “desgubernamentalizar” a RTVE, convirtiéndola en un ejemplo de independencia respecto del Gobierno. Los recortes y ajustes del actual Gobierno podrían alcanzar también, ojalá que no, a la libertad de expresión y al derecho a la información libre y veraz. De ser así, cuál será el futuro de nuestro medios públicos de comunicación? ¿Dónde nos vamos a informar con seriedad y profesionalidad a partir de ahora?… No estaría de más pedirle al PSOE que sea inteligente y que negocie con el PP el futuro de nuestra radio y televisión públicas, porque en ello nos va el interés de todos para no tener que volver a las andadas.
Compartir en redes sociales