75 años de Radio Nacional de España
Por Sebastián Sarmiento
Radio Nacional de España (RNE) conmemora este año de 2012, el 75º aniversario de su creación. Este 75 “cumpleaños” comenzó a celebrarse el 19 de enero, poniéndose punto final a estas celebraciones el pasado viernes, 1 de junio, con un concierto en el Teatro Monumental de Madrid, a cargo de la Orquesta de Radio Televisión Española, bajo la batuta del Maestro Enrique García Asensio, con la presencia de la reina Doña Sofía. Entre las piezas interpretadas en este concierto por la veterana orquesta de RTVE destacamos la obra “Fantasía radiante”, del compositor Tomás San Miguel Asensio, en la que se utilizan como estructura de la composición musical las distintas sintonías que a lo largo de estos 75 años abrían las distintas etapas de los servicios informativos, tanto los Diarios Hablados como los Boletines horarios.
Ante estas “bodas de diamantes” de la radio pública habría que reflexionar sobre el carácter de servicio público que ha protagonizado RNE desde su puesta en marcha hasta la actualidad. Sobre todo en la etapa democrática ha actuado de vertebración de todos los españoles coadyuvando a la consolidación de la España de las autonomías, consagrada como sabemos en la Constitución de 1978. A lo largo de estos meses, una Exposición itinerante por toda España ha llevado la historia de RNE por más de 50 ciudades españolas. En esta exposición ha quedado claro lo que es la radio estatal en el presente y en el pasado, pero sobre todo a lo que aspira en el futuro. Más de 70.OOO personas en todo el territorio nacional han visitado esta exposición.
RNE, a través de sus hombres y mujeres, en suma de todos sus profesionales, se ha hecho presente allí donde haya estado la información, donde haya estado la gente y su cultura. Ha sido la voz de todos, en directo muchas veces, con la voz de las regiones, las 24 horas del día en antena. Y todo eso se refleja en la presencia diaria de los 63 centros de producción, en 10 idiomas, con unos 1.300 profesionales y con más de 3 millones de oyentes. En definitiva, RNE ha sido la radio de todos. Aún en los años duros de la Dictadura,- cuando “Él” (D. Paco) utilizaba el invento de Marconi como su “juguetito” particular para el adoctrinamiento y la cristalización de lo que llamaban “Cruzada Nacional” contra los “rojos”- la radio pública siempre se caracterizó por ser un vehículo de solidaridad, tanto en catástrofes como en desgracias de toda índole de esta sufrida piel de toro.
En mi caso, como oyente de RNE, desde muy joven, en los últimos estertores de la Dictadura, y luego en la Transición a la Democracia, como periodista de la radio, colaboré a que la emisora no tuviera color político ni fuera un “coto” cerrado de los gobiernos de turno. Al menos a nivel regional, aquí en Canarias, siempre procuramos que RNE fuera auténticamente de todos y para todos. Fue nuestra preocupación permanente que éstas fueran sus señas de identidad: la objetividad, la neutralidad y siempre al servicio de los intereses de todos los canarios.
Radio Nacional solo hay una: RNE, la de siempre, la que escuchamos primero en OM, luego en FM y con la llegadas de los avances tecnológicos en las redes sociales o en la TDT. La radio de todas las islas: Fuerteventura, Gran Canaria, Hierro, La Gomera, Lanzarote, La Palma y Tenerife. Una radio con apariencia de no tener sede física, ya que cada oyente isleño la considera como su “propia casa”.
Hoy provoca no poca hilaridad una emisora autonómica que se autodenomina radio “nacional” de Canarias. Es ridículo llamarla así, de esa manera, cuando Canarias no es una nación y cuando en las islas no tiene mayor arraigo el nacionalismo que apadrinan distintos grupos políticos de ese corte. Es más, utilizar ese medio de comunicación, esa radio, para articular un discurso de enfrentamiento contra el Estado, creemos que no lleva a ninguna parte. Salvamos por supuesto a sus profesionales. Criticamos la filosofía que algunos intentan impregnar a esa emisora que también la pagamos los canarios.
OTRO SI: en las ultimas horas y “gracias” al Gobierno de la nación (PP), ha vuelto a la radio y tv públicas la designación política de sus gestores. Con ello se acabó el modelo de consenso en el nombramiento de los ejecutivos de dichos medios, quedando amenazada la reconocida independencia informativa que en las dos últimas legislaturas se había alcanzado en RTVE, tanto en TVE como en RNE. A partir de ahora, y tras romperse las reglas de juego hasta ahora aceptadas por todos, el presidente de la Corporación RTVE será un hombre de partido, un hombre de la mayoría en el Parlamento, con lo que mucho nos tememos que volvamos a los tiempos de A. Urdaci, en los que la independencia y neutralidad informativas brillaron por su ausencia. Y si no,al tiempo. Leopoldo González Echenique, el elegido por el PP para el cargo de marras, tendrá la oportunidad de desmentirnos.
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