Las heladas cifras del paro |
El refranero español, que es muy sabio, dice que en Abril aguas mil. Y no se ha equivocado un ápice. Llueve en todo el territorio, han vuelto las heladas y el granizo dejando algunos lirios, despistados sin saben qué hacer con estos cambios de tiempo.
Lo que ha caído como una helada son los datos del paro y sobre todo, las previsiones de que estas cifras no solo no van a mejorar sino que, como me temía, subirían hasta llegar al 27% de la población activa, que paradójicamente se convierte en pasiva.
Con el final del mes de Abril aparece la celebración del 1º de Mayo, una fecha muy simbólica que conmemora el día del Trabajo. Tradicionalmente los sindicatos se adueñaban de la calle para, con sus estandartes, reivindicar los derechos de los trabajadoras y trabajadores. En estos momentos en los que la calle se ha convertido en el espacio de lucha y confluencia de mareas de distintos colores, me pregunto si esta fecha no tendría que tener una mayor contundencia y sobre todo, plantearse el significado para la clase trabajadora, mucha de ella en paro, de este acontecimiento.
Pero también sería el momento de que los sindicatos representativos hiciera una reflexión sobre su papel, tanto en la época de bonanza económica como la de esta crisis, porque de la misma manera que la ciudadanía ve cada vez más lejos a sus representantes políticos que no dan respuesta a sus necesidades, la clase trabajadora no siente que los sindicatos respondan a la sangría y se cuestionan su presencia en los consejos de administración de las Cajas, su participación en los planes de formación o los privilegios de financiación de sus estructuras.
Sin embargo, creo que en estos momentos en los que la calle se convierte en el principal espacio de reivindicación ciudadana, los sindicatos son imprescindibles para, con su experiencia en la defensa de la clase trabajadora, articule propuestas y capacidad de negociación para hacer frente, más con dignidad y lucha que paciencia, a esta plaga del paro que se cierne sobre nuestro país, la más importante de todos los estados europeos.
Llega por lo tanto el 1º de Mayo y no sé si con lluvia o sol, tendremos que salir de nuevo a las calles para defender uno de los derechos fundamentales, el trabajo que proporciona dignidad, capacidad de creación y sobre todo, autonomía económica para hacer frente a nuestras necesidades vitales. Y en ese sentido, todas las fuerzas que miramos este problema como el más importante del país, debemos aunar esfuerzos, no solamente para defender el derecho al trabajo, el cuidado del que tenemos sino la necesidad de generar nuevos modelos económicos que faciliten el acceso al empleo de tanta gente joven y de todas las edades.
Creo que esta situación no se resuelve solamente con paciencia sino con inversión pública, acceso al crédito, puesto que nos ha costado tanto salvar a la banca, generosidad empresarial y facilidad para crear empresas sino la movilidad territorial será la más socorrida.
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